"I'm wearing Inditex as per usuel" (Estoy usando Inditex, como de costumbre)
Así lo diría Lady Gaga en un francés que nunca aprendió correctamente en la academia de señoritas a la que asistió en el noreste neoyorquino; y así lo digo yo también.
Para mi es un deber sumergirme en las páginas del conglomerado español, cada temporada, observar todos los lookbooks, toda la ropa que vendrá directo desde su manufactura en Turquía, Lisboa o Bangladesh, para llegar a la aduana tricolor del Seniat y ser distribuida a tu tienda Zara o Pullie favorita. Con respecto a pull and bear no hay mucho de donde escoger, o vas a la tienda del Sambil o compras un boleto a aéreo a Margarita, la primera opción me parece más económica, pero menos interesante...
El hecho es que temporada tras temporada, reviso incesantemente todo lo que estas páginas ofrecen, y vaya la evolución que han dado con el paso de los meses.
Estamos en septiembre, el mes de la moda "per se", el mes en donde si existiese un mercado de distribución adecuado, con dólar libre y de consumidores atentos, las revistas de moda con su September Issue gordísimo, llenos de anuncios publicitarios exuberantes y rubias delgadas con aspecto "dañado", harían irónicamente su agosto (léase: expresión utilizada para referirse al mes de mayores ventas en Venezuela, sólo en los mercados secundarios y terciarios).
Sin embargo nuestra vida aquí de este lado del mundo es distinta y eso la hace interesante, particularmente yo llevo una relación amor-odio con septiembre... lo amo porque es declarar fielmente que ya el año está terminando, y lo odio porque ver que ya está terminando y saber que todavía no he cumplido ni la mitad de las metas planteadas a su comienzo, es bastante deprimente.
Volviendo con Inditex: hace algunos años se dijeron horribles rumores de que el grupo de Amancio Ortega se retiraría del país por los acostumbrados problemas de importación, cambio monetario, etc (cosas que no competen a esta redacción) pero les digo amigos, aquí entre nosotros, "sin que nadie mas lo sepa", yo en verdad veo casi imposible que la única opción de vestimenta entre pobres y no tan pobres de este país pueda irse. Podrán escasear productos de la cesta básica, pero en diciembre nadie quiere verse exento de estrenar esos light denim (esos bluyincitos de Zara que le sientan tan bien a todo el mundo), nadie quiere dejar de meterse en un probador mal iluminado con una inmensa tela de lino que sirve de puerta, nadie se resiste a escuchar "Srita Jennifer es solicitada en caja de niños", nadie deja de odiar las mil etiquetas larguísimas que tiene una simple franellilla Zara, pero que quejándote de la picazon que produce jamás te atreves a cortar.
¡Y es que si chico!, así me critiques, así me des "undo" "block" "zip", etc... tú también estas consciente de que cuando necesitas un par de pantalones para un bautizo, una camisita para poder ir decente a ese cumpleaños al que te invitaron, tú te metes en Zara, en Bershka, en Pull and Bear y si existiera Zara Home en Venezuela tus sábanas también dirían "made in Turkey"
Entonces me pongo a ver, y dónde quedan las almas nobles, las almas que no se resisten al consumismo, las que critican a los "fashion victims"... y en seguida me viene la respuesta a la mente... esas compran su ropa en el norte, libre de impuestos viciados y en cantidades absurdas.
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PRÓXIMA ENTREGA: NUEVA CAMPAÑA O-I PULL&BEAR Y EL E-SHOPPING DE ZARA
Excelente publicacion ! no se escapa de la realidad
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